lunes, 1 de noviembre de 2010

Codigos de Etica para Bellydance y Tribal



bellydance es un expresión artística y como tal, debe ser difundida. Cabe a las profesionales del área velar por su concepto, manteniendo así los patrones de elegancia que la envuelve y no permitiendo su vulgarización.
Para ejercer sus funciones con dignidad, las profesionales de la materia deben recibir una remuneración justa por los servicios artísticos o didácticos prestados.
Es considerada una conducta antitética la práctica de concurrencia desleal con otras profesionales del sector (bailarinas o profesoras).

Profesoras
:

La profesora tiene la función de enseñar y orientar pacientemente, siempre velando, en primer lugar por la salud y bienestar de sus alumnas y respetando las limitaciones de cada una.


El currículum de las profesoras debe estar a disposición de las alumnas.


Es importante que las profesora realice anualmente evaluaciones opcionales con sus alumnas, para que éstas tengan a su disposición información valiosa para la evolución de su aprendizaje.


La dedicación a la enseñanza debe estar orientada a enseñar a sus alumnas y no a promocionar a la profesora y su vanidad personal.


La profesora debe ejercer su trabajo libre de toda y cualquier discriminación, motivando y respetando a sus alumnas independientemente de sus características físicas, recordando que esta es una actividad dirigida al bienestar y equilibrio físico, mental y emocional. Por lo tanto no puede ser exigido ningún patrón estético.


Para la aptitud al magisterio de la danza del vientre, se considera satisfactorio un periodo mínimo de 4 años de estudios en esta área, con perfeccionamiento en la didáctica y el conocimiento de la anatomía, kinesiología y biomecánica, que garantice la seguridad en la realización de un trabajo corporal consciente.


La profesora debe cumplir la programación y el cronograma de cursos ofrecidos o divulgados a sus alumnas.


Todas las alumnas merecen igual atención de su profesora, la cual no debe hacer ninguna discriminación ente ellas.


La profesora debe ser especialmente honesta en cuanto a sus conocimientos, buscando respuestas correctas para el esclarecimiento de sus alumnas.

Todas las informaciones pertinentes al curso que se dispone a impartir deben ser transmitidas con claridad y honestidad, visionando el aprendizaje de sus alumnas.


Como la danza del vientre tiene orígenes muy remotos e información de difícil acceso, esta cuestión debe ser siempre esclarecida a priori, para evitar la divulgación de historias ficticias que resulten en prejuicio de su imagen y proliferación.


La profesora no debe estimular la competitividad negativa entre sus alumnas o con otros grupos.



Son consideradas actitudes antiéticas:


- Presentar coreografías de otras profesionales sin precia autorización, así como omitir el nombre de la creadora.


- Cohibir la participación de alumnas en talleres y cursos que puedan aumentar elementos al desarrollo y aprendizaje.


- Presentar currículum con informaciones ficticias referentes al aprendizaje y experiencia. Se recomienda que tratándose de cursos y talleres, siempre se solicite certificado de participación.
Bailarinas Cabe a la bailarina profesional cumplir todas las cláusulas concretadas en el contrato acerca de la prestación de servicios artísticos y a su contratante.


La bailarina profesional debe velar por la imagen moral de la categoría que representa:


a) manteniendo una relación de respeto y elegancia hacia su público y contratante

b) vistiéndose en forma adecuada a los patrones de categoría durante sus presentaciones.



Forma parte de la correcta conducta ética entre bailarinas profesionales:


Dedicar el debido respeto y atención cuando asista a la presentación de otra bailarina y/o alumnas.


Ser solidaria y dirigir el trabajo con espíritu de equipo y unión, cuando esté realizando la presentación en conjunto.


Tener conciencia de que cada profesional posee un estilo propio que las diferencia y así, saber apreciar y admirar, con la debida humildad, todas las formas variadas de expresar el mismo arte.


Respetar el lugar de trabajo de otras profesionales.



Otras actitudes antitéticas:


Atravesar o interferir en el trabajo de otra profesional siendo consciente de este hecho.


Distribuir material de propaganda personal durante los servicios contratados de otra bailarina.


Criticar el desempeño o denigrar la imagen de otra profesional junto al público, contratantes o demás colegas del área.


Transformar una presentación colectiva en disputa personal de vanidad, interfiriendo en la calidad del trabajo presentado.


La forma de cómo una profesora y bailarina se refieren a su(s) maestro(s) es un ejemplo que será seguido por sus alumnas mañana.

Quien no respete a su maestro no valora el arte.
Se recomienda siempre la evaluación médica antes del inicio de las actividades como en cualquier actividad física.


Este Código fue elaborado a partir de la iniciativa de Shalimar Mattar,
del periódico "Oriente, Encanto y Magia", objetivando la organización y valorización del segmento relacionado con la danza.

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