bellydance es un expresión artística y como tal, debe ser difundida. Cabe a las profesionales del área velar por su concepto, manteniendo así los patrones de elegancia que la envuelve y no permitiendo su vulgarización.
Para ejercer sus funciones con dignidad, las profesionales de la materia deben recibir una remuneración justa por los servicios artísticos o didácticos prestados. Es considerada una conducta antitética la práctica de concurrencia desleal con otras profesionales del sector (bailarinas o profesoras).
Profesoras:
La profesora tiene la función de enseñar y orientar pacientemente, siempre velando, en primer lugar por la salud y bienestar de sus alumnas y respetando las limitaciones de cada una.
El currículum de las profesoras debe estar a disposición de las alumnas.
Es importante que las profesora realice anualmente evaluaciones opcionales con sus alumnas, para que éstas tengan a su disposición información valiosa para la evolución de su aprendizaje.
La dedicación a la enseñanza debe estar orientada a enseñar a sus alumnas y no a promocionar a la profesora y su vanidad personal.
La profesora debe ejercer su trabajo libre de toda y cualquier discriminación, motivando y respetando a sus alumnas independientemente de sus características físicas, recordando que esta es una actividad dirigida al bienestar y equilibrio físico, mental y emocional. Por lo tanto no puede ser exigido ningún patrón estético.
Para la aptitud al magisterio de la danza del vientre, se considera satisfactorio un periodo mínimo de 4 años de estudios en esta área, con perfeccionamiento en la didáctica y el conocimiento de la anatomía, kinesiología y biomecánica, que garantice la seguridad en la realización de un trabajo corporal consciente.
La profesora debe cumplir la programación y el cronograma de cursos ofrecidos o divulgados a sus alumnas.
Todas las alumnas merecen igual atención de su profesora, la cual no debe hacer ninguna discriminación ente ellas.
La profesora debe ser especialmente honesta en cuanto a sus conocimientos, buscando respuestas correctas para el esclarecimiento de sus alumnas.
Todas las informaciones pertinentes al curso que se dispone a impartir deben ser transmitidas con claridad y honestidad, visionando el aprendizaje de sus alumnas.
Como la danza del vientre tiene orígenes muy remotos e información de difícil acceso, esta cuestión debe ser siempre esclarecida a priori, para evitar la divulgación de historias ficticias que resulten en prejuicio de su imagen y proliferación.
La profesora no debe estimular la competitividad negativa entre sus alumnas o con otros grupos.
Son consideradas actitudes antiéticas:
- Presentar coreografías de otras profesionales sin precia autorización, así como omitir el nombre de la creadora.
- Cohibir la participación de alumnas en talleres y cursos que puedan aumentar elementos al desarrollo y aprendizaje.
- Presentar currículum con informaciones ficticias referentes al aprendizaje y experiencia. Se recomienda que tratándose de cursos y talleres, siempre se solicite certificado de participación. Bailarinas Cabe a la bailarina profesional cumplir todas las cláusulas concretadas en el contrato acerca de la prestación de servicios artísticos y a su contratante.
La bailarina profesional debe velar por la imagen moral de la categoría que representa:
a) manteniendo una relación de respeto y elegancia hacia su público y contratante
b) vistiéndose en forma adecuada a los patrones de categoría durante sus presentaciones.
Forma parte de la correcta conducta ética entre bailarinas profesionales:
Dedicar el debido respeto y atención cuando asista a la presentación de otra bailarina y/o alumnas.
Ser solidaria y dirigir el trabajo con espíritu de equipo y unión, cuando esté realizando la presentación en conjunto.
Tener conciencia de que cada profesional posee un estilo propio que las diferencia y así, saber apreciar y admirar, con la debida humildad, todas las formas variadas de expresar el mismo arte.
Respetar el lugar de trabajo de otras profesionales.
Otras actitudes antitéticas:
Atravesar o interferir en el trabajo de otra profesional siendo consciente de este hecho.
Distribuir material de propaganda personal durante los servicios contratados de otra bailarina.
Criticar el desempeño o denigrar la imagen de otra profesional junto al público, contratantes o demás colegas del área.
Transformar una presentación colectiva en disputa personal de vanidad, interfiriendo en la calidad del trabajo presentado.
La forma de cómo una profesora y bailarina se refieren a su(s) maestro(s) es un ejemplo que será seguido por sus alumnas mañana.
Quien no respete a su maestro no valora el arte. Se recomienda siempre la evaluación médica antes del inicio de las actividades como en cualquier actividad física.
Este Código fue elaborado a partir de la iniciativa de Shalimar Mattar, del periódico "Oriente, Encanto y Magia", objetivando la organización y valorización del segmento relacionado con la danza.
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